miércoles, 24 de marzo de 2010

Las condiciones en Santa Fe a fines del siglo XIX

En esta entrada en el blog me gustaría reflexionar sobre cuales eran las condiciones en Santa Fe hacía fines del siglo XIX es decir cuando nuestro antepasado decidió emigrar hacia nuestro país.
Los párrafos que siguen están sacados del libro La Pampa Gringa de Ezequiel Gallo editorial Edhasa, el subtítulo del libro es La colonización agrícola en Santa Fe (1870-1895) es claro que estos años habrían de producir cambios impresionantes, en nuestra región y en nuestro país.
"Habría que empezar señalando, por ejemplo, que las condiciones predominantes en la región fueron superiores a las existentes en los países de origen de quienes emigraron. La afirmación opuesta haría imposible explicar las razones que movieron a millones de personas durante varias décadas a tomar la difícil decisión de abandonar su lugar de nacimiento. En este sentido parece apropiada la observación de un especialista italiano, casi contemporáneo a los sucesos que estamos analizando " La curva dell' immigrazione segue le ondate della prosperitá".
Las cifras ofrecidas por el gobierno italiano sobre las tendencias emigratorias de los peninsulares muestran a las claras lo afirmado anteriormente. Entre 1880 y 1890 el porcentaje de italianos que eligieron la Argentina como país de radicación varió entre un mínimo de 12.7% en 18880 y un máximo de 34.6% en 1889. En ese período la Argentina se mantuvo entre los tres países que más inmigrantes italianos recibieron y fue el que mas recibió durante los años 1886, 1887 y 1889. La misma fuente realizó una encuesta en toda la península en los años 1884 y 1885 con el propósito de indagar acerca de los países que mejores perspectivas ofrecían a los inmigrantes. En la mayoría de los distritos (particularmente los ubicados en el norte) los habitantes contestaron que en la Argentina existían las mejores perspectivas de progreso individual. Ese mismo año se publicaba un informe del vicecónsul italiano en Rosario que corroboraba las impresiones recogidas en la encuesta. También en 1884 L'Economiste Francaise informaba que la riqueza media de los colonos santafesinos podía estimarse en 2115, casi el doble de lo que la misma fuente calculaba para Italia (1175 francos). Un lustro después la Sociedad Geográfica Italiana confirmaba estas opiniones afirmando categóricamente que las condiciones predominantes en la campaña santafesina eran manifiestamente superiores a las existentes en los países de donde partieran los inmigrantes."
En otros párrafos se mencionan otras cifras que también son muy elocuentes.
"Las mejores condiciones de vida de 1895 eran con toda seguridad consecuencia del largo período de prosperidad por el que atravesó la agricultura provincial entre 1878 y 1892. Durante el transcurso fuentes generalmente muy cautas en sus juicios llamaron reiteradamente la atención sobre los altos beneficios alcanzados por los agricultores. El consulado británico, por dos veces, los calculó en alrededor del 40% anual sobre el capital invertido; cifra que coincidía con las estimaciones realizadas porL'Economiste Francaise en 1884 y por Fliess en 1890, pero que resultaba notoriamente mas baja que el espectacular 70% al que hacía referencia el cónsul italiano en su informe para el año 1891.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿Por qué Severino compró tierras en Mornico Losana y no aquí?

Cuando todavía era muy chico mi padre me contaba que su abuelo, había comprado tierras en su pueblo que fueron vendidas cuando él aun era joven. En mi inocencia yo me preguntaba ¿Por qué las compró en Italia y no acá?

Pasó bastante tiempo hasta que leyendo un libro de historia, la cosa quedo bastante clara, porque finalmente la historia de los Lanati, es similar a la historia de miles de familias italianas y en este caso de acuerdo a los dichos del autor del libro también españolas que emigraron hacia nuestro país.

Este párrafo empieza reflexionando acerca de si los emigrantes que volvían a su patria eran fracasados o no pero verán que hacia el final queda clara cual es la respuesta a la pregunta formulada en el título.

“Todo el esquema del acceso o no del inmigrante a la tierra reposaba sobre la certidumbre discutible: que los migrantes habrían tomado una decisión definitiva al emigrar y que cualquier que la reviera (como retornar) era en realidad una exhibición drástica de la imposibilidad de hacer la América y una prueba irrefutable de las carencias o los límites del modelo de desarrollo implementado en las economías sudamericanas hacia fines del siglo XIX. Sin embargo, cualquier observador que recorra hoy el litoral astur-galaico –o el de la Liguria- encontrará inmediatamente las casas (o los vestigios de ellas) de los americanos. Eran personajes algo estridentes que fueron llamados indianos, con propósitos satíricos o deletéreos, en la literatura española de la época, como por ejemplo en La regenta, de Leopoldo Alas. Los datos que poseemos sobre las clases de pasaje en que se iba o se retornaba son limitados e inconcluyentes. Sin embargo las cifras de Vázquez González muestran, para los primeros 20 años del siglo XX, una ocupación algo mayor de la primera y segunda clase, en los retornos hacia los puertos gallegos, con respecto al mismo periodo en los viajes de ida (7% en total a la vuelta contra 2,5% a la ida). Todo ello debería hacer reflexionar que, al menos una parte de los retornados, no eran fracasados sino exitosos. Por lo demás, el gran movimiento de inversiones en tierras, propiedades urbanas o en rescate de deudas es indicador de hasta que punto las inversiones estructurales de muchos inmigrantes estaba ligadas a la sociedad de origen y no a la sociedad de recepción. Aunque esas inversiones a menudo no estuvieran acompañadas por un retorno, que la radicación de los hijos hacía demasiadas veces imposible. En realidad, la idea contraria demuestra hasta qué punto los preconceptos y no la indagación de las actitudes de los migrantes concretos, han dominado los estudios. Finalmente, ¿qué impedía que los inmigrantes quisiesen se propietarios en el país de origen y no en el de recepción?

Por otra parte, en una línea argumental distinta, pensar que la propiedad en destino era preferible a la propiedad en origen, por consideraciones estrictamente económicas, es cuando menos simplificado. No considera el hecho de que los proyectos de los inmigrantes estaban a menudo ligados a consideraciones de prestigio y reconocimiento social y no a “maximizar” sus beneficios. Estos proyectos podían, pues, estar vinculados con la sociedad de recepción; es decir, con el universo de las relaciones primarias que eran las que podían dar a los ojos del emigrado mayor legitimidad a su ascenso social. Finalmente ése era su “grupo de referencia”. De donde, para muchos “hacer la América” podía hacer fortuna en América pero exhibirla ahí donde ello contaba socialmente, es decir, en Europa.

Fuente: Historia de la Inmigración en la Argentina – Fernando Devoto – Editorial Sudamericana